Sentirte incómoda con tu cuerpo no siempre significa que algo esté mal contigo.
A veces, es una señal de desconexión emocional que surge cuando llevas mucho tiempo exigiéndote, comparándote o esperando sentirte “mejor” para aceptarte.
Reconocer esa distancia es el primer paso para volver a sentirte bien contigo misma, sin presión ni perfeccionismo.
¿Alguna vez te miraste al espejo y sentiste que nada era suficiente?
A veces pensamos que, para sentirnos bien en nuestro cuerpo, tenemos que cambiarlo todo: vernos más delgadas, recuperar la energía de antes, tener una piel perfecta o sentirnos atractivas todo el tiempo.
Pero esa lista interminable termina agotándonos más que ayudándonos.
Lo cierto es que sentirse bien en el cuerpo no tiene que ver con exigencias ni transformaciones radicales.
Se trata de empezar con pequeños gestos que traen calma y confianza, incluso en los días en los que todavía no logras aceptar todo lo que ves en el espejo.
Si estás en este punto, te puede ayudar leer Cómo reconectarte contigo misma, un artículo donde explico de dónde surge esa desconexión y cómo empezar a recuperarla.
¿Por qué solemos sentirnos incómodas con nuestro cuerpo?
Desde niñas, escuchamos mensajes sobre cómo “deberíamos” vernos, y con el tiempo, esas ideas se convierten en exigencias: mantenernos jóvenes, moldear la figura, o seguir dietas creyendo que así corregimos defectos.
El resultado es que nuestro cuerpo deja de sentirse como un lugar propio y seguro, y pasa a ser algo que siempre parece necesitar arreglos.
La incomodidad no surge porque haya algo malo en nosotras, sino porque durante años hemos mirado nuestro cuerpo desde la exigencia en lugar de la aceptación.
Puedes leer también 5 señales de que tu cuerpo te está pidiendo atención, para aprender a reconocer los pequeños mensajes que te envía tu cuerpo cuando necesita una pausa, presencia o cuidado.

Señales de que no te sientes cómoda con tu cuerpo
La incomodidad no siempre es evidente.
No se trata solo de no gustarte frente al espejo, sino de sentir distancia con lo que eres y cómo te sientes en tu cuerpo. Algunas señales pueden ser:
- Evitar ciertas prendas porque “no te quedan como antes”.
- Compararte con otras mujeres en redes sociales.
- Sentir cansancio o falta de energía y culparte por ello.
- Mirarte y no reconocerte, como si hubieras perdido conexión con quien eras.
Reconocer estas señales no es debilidad, sino el inicio de una nueva forma de mirarte con más comprensión y ternura.
3 formas de empezar a sentirte mejor contigo
No necesitas grandes cambios ni planes extremos.
Lo que más transforma son los gestos cotidianos, esos que se sienten posibles y reales dentro de tu día.
1. Escucha lo que sientes sin juzgarte
Dedica unos minutos a preguntarte:
¿Cómo me siento hoy en mi cuerpo?
¿Qué necesito en este momento?
No busques respuestas perfectas ni soluciones inmediatas.
Escucharte ya es una forma de reconectar contigo y empezar a sentirte más cómoda.
2. Haz un gesto pequeño solo para ti
No tiene que ser algo complicado ni costoso. Puede ser tan simple como:
- Tomar un café en silencio, sin revisar el celular.
- Respirar profundo antes de dormir.
- Escribir una línea en tu diario para dejar salir lo que sientes.
Darte ese espacio, aunque sea por un momento, es una forma de priorizarte y recordarte que tú también importas.
3. Reconoce lo que tu cuerpo ya hace por ti
A veces solo ves lo que falta o lo que quieres cambiar, pero tu cuerpo también te sostiene cada día.
Puedes recordártelo con frases simples como:
- “Hoy me diste fuerza para llegar al final del día.”
- “Me sostuviste en medio del cansancio.”
- “Me permites sentir y procesar lo que vivo.”
Mirarte distinto es el primer paso para sentirte más cómoda contigo.
Reconocer lo que tu cuerpo ya hace es un acto de amor propio y aceptación.
Volver a sentirte cómoda es un proceso
Nadie se siente cómoda con su cuerpo de la noche a la mañana.
No hay una fecha exacta en la que dejes de exigirte, pero sí hay pequeños pasos que, con constancia, te acercan a sentirte cómoda en tu cuerpo.
Si hoy sientes que podrías abrir ese espacio, te invito a conocer el ebook “Renace en tu cuerpo”. Es un recurso pensado para acompañarte con ejercicios sencillos de conciencia corporal, autocompasión y reconexión sensorial. No es una solución rápida, sino un apoyo para que empieces a mirar tu relación contigo desde el amor y sin presión.
Porque no se trata de transformarte por completo, sino de volver a sentir que tu cuerpo es un lugar en el que puedes estar en calma.
Preguntas frecuentes sobre sentirse bien en tu cuerpo
Empieza con pasos pequeños, como reconoce lo que tu cuerpo ya hace por ti y permítete cuidarlo.
No necesitas cambiarlo todo para empezar a sentirte mejor.
Porque solemos mirarlo desde la comparación y la exigencia.
Cuando cambias esa mirada por una más compasiva, tu cuerpo vuelve a sentirse como tuyo.
Con prácticas sencillas como respirar con conciencia, hablarte con amabilidad y permitirte descanso.
La aceptación no llega de golpe, sino a través de pequeños momentos de conexión.
Busca gestos cotidianos que te hagan sentir presente: caminar, escuchar música o descansar sin culpa.
Lo importante es darle espacio al placer y a la calma.
No es gustar de cada parte, sino mirarte con menos juicio y más amor.
Sentirte bien con tu cuerpo significa estar en paz contigo, incluso si hay cosas que todavía estás aprendiendo a aceptar.


